Jueves, Julio 04, 2024
   
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Asensio, por siempre Asensio -Y parece que fue ayer-

Padre de la identidad de los unionenses, escritor, periodista, pintor y enamorado de su localidad natal, de La Unión, tierra a la que siempre fue fiel y en la que permaneció durante toda su vida.

Entregado a la cultura en todas sus facetas: Iniciador junto a Esteban Bernal del Festival del Cante de las Minas allá por 1961, maestro de maestros pues él era el artista y los otros artistas sus discípulos cuando se hacían los decorados para tan afamado evento. Maestro de profesión que ejerció como tal en el antiguo colegio Francisco Franco, hoy Herrerías. Defensor de nuestra tierra y costumbres .

En la parte artística fuera el evento que se realizara en su municipio había que contar con él y ahí estaba trabajando altruistamente por lo que más quería a pesar de las muchas discrepancias que mantenía con aquellos que a su juicio interponían la política por encima del arte.

Con pasos rápidos y mirada baja, con sus características gafas de gran armadura negra y amplios cristales; así se nos presentaba en sus paseos por la calle Mayor , era habitual verlo ir a comprar el periódico al quiosco de Micaela Calín. No fue un hombre de fiesta aunque las del Rosario significaron mucho en su vida; acuarelas preparadas en su mesa y cartulinas, se disponía a recibir a los carrocistas en su morada para realizar los bocetos del gran coso multicolor.

Fue hombre de fe. Director artístico de la Semana Santa Minera en la que su religiosidad llegó a “enfrentarse” en alguna ocasión con el máximo mandatario de su parroquia. Hombre con disponibilidad pero también crítico, sabiendo discernir lo importante de lo superfluo.

Su presencia en prensa comenzó con su mayoría de edad, con el cuento “Mar Mediterráneo” en la revista “Primer Plano”, el 8 de febrero de 1942,  siendo difundidos más tarde estos en los diarios La Verdad y ABC entre los años 1958 y 1985.

Su primera obra, en 1950, “Cuatro Esquinas”, un libro de poemas. Cuatro años más tarde se introduce en la narrativa con la obra “La Unión, ciudad del sureste”. Pero quizá la obra más importante dentro de este género sería “El Libro de La Unión”. También destacó “La Unión, aproximación a su etnología”, “La Copla enterrada”, según el propio escritor su obra maestra. El último libro serían las “Crónicas del Festival Nacional del Cante de las Minas (1961-2.000)”, ediciones que con posterioridad se han actualizado por el periodista José Alfonso Pérez.
Hasta 2.007 fue cronista oficial de la ciudad que lo vió nacer y que lo nombró Hijo Predilecto y que le dió su nombre al Centro Cívico….y le hicieron un busto ante el mismo y en 2.008 más homenajes por parte de la Real Academia de Alfonso X El Sabio. Y es que este buen y gran hombre fue académico e ilustrísimo a la vez, aunque en realidad fue una persona muy sencilla que evitaba según me comentó en alguna ocasión acudir a reuniones fuera de su Ciudad.

‘Ciudad Alucinante’ y ‘Nueva California’: expresiones que acuñaría y que hoy en día mantienen viva su ciudad y su memoria.
Mucho escribiría y pintaría ¿Quién no tiene un cuadro de él, un boceto….?.
Hoy los más jóvenes solo conocen su apellido por la librería que regentó junto a sus hermanas desconociendo quién fuiste. Estamos en ello, los grandes siempre estaréis presentes en nuestra memorIa y en la historia porque tú formaste parte de ella.

Ahora ya no estás con nosotros, una mañana de un día como hoy 31 de octubre hace ya ocho años expiraron tus últimos trabajos y colaboraciones. Hoy 2015, tus grandes ventanales del lugar que habitaste siguen entreabiertos como en ocasiones  los mantenías para observar disimuladamente el trasiego en el exterior. Hoy ya no resides en el 110 de la calle Mayor de La Unión. Desde 2.007 descansas para siempre en el camposanto de La Unión, en el número 496. Hoy vives en soledad junto a tus hermanas Juanela y Pepita, esta última testigo de tu despedida. Dijeron tras el adiós,  que te acompañaron unos trescientos ciudadanos, quizá escasos para la gran obra que realizaste; no importa, estuvimos o estuvieron lo que tenían que estar: autoridades, amigos y miembros de la Academia como Santiago Delgado. Hoy te escribo porque a pesar que hay muchos que no te olvidamos lo hago para que te recuerden.

Por cierto Asensio Sáez García, Asensio Sáez, Asensio te llevaste cinco días con Pencho; dejásteis huérfana a La Ciudad Alucinante. Te he dejado una blanca flor,de esas que te gustaban, un gladiolo.

Un saludo y nos vemos por navidad, ‘Navidad todo el año’.

 

La calabaza de Jack Linterna

Los comercios y grandes almacenes se pueblan de las calabazas vaciadas y transformadas en farol, junto con los anuncios de la representación de Juan Tenorio, del  genial José Zorrilla, entre otras tradiciones de la festividad de Todos los Santos, en la cual los cristianos honramos a nuestros deudos aunque siempre están en el recuerdo de nuestro día a día.

Halloween es una festividad propia del hemisferio norte, pero en el transcurso de los años se ha hecho cada vez más popular en todo el mundo. Cuando nos paramos a pensar en Halloween aparece sobre nuestra mente una serie de símbolos y personajes de terror, pero sin embargo lo primero que se nos viene a la cabeza  esa calabaza–farol conocida como ‘kack o’laterm’. Pero rápidamente surge la pregunta: ¿De dónde viene la tradición de vaciar una calabaza y transformarla en un farol?, ¿porque tiene la talla con ese rostro? Pero, como quiere decirse para estos casos, hay que recurrir a la leyenda.

Jak O´laterm (Jack Linterna) se trata de un personaje del folclore irlandés, aunque puede extenderse a la isla de Gran Bretaña, ciertamente existen varias versiones sobre este tipo de relatos, como suele suceder en todos los cuentos populares. La versión más conocida es la del granjero que utilizó su astucia para engañar al diablo haciéndolo subir a un manzano y plantando cruces a su alrededor para que no pudiera bajar. Tanto en esta versión como en otras de la historia finalizan entre un acto entre nuestro granjero y el diablo. Jack promete liberar al demonio siempre y cuando este no se llevara su alma, a lo que el diablo accede.

La leyenda dice que cuando Jack muere no encuentra lugar ni en el cielo debido a su vida de pecador, ni en el infierno dado a que el diablo no puede llevarse su alma. Es  por lo cual Jack queda errante en la oscuridad eterna, iluminando en su camino con un brasa del infierno que nunca dejaría de arder, un regalo modo de burla del Diablo, Jack introdujo la brasa en un nabo ahuecado construyendo una linterna que le daría su nombre.

Desde entonces, en Gran Bretaña, es tradición folclórica que los niños tallen faroles de  fuego en vegetales como nabos y remolacha. Aunque no está del todo claro, muchos documentos confirma su conexión con la festividad de Halloween a partir del año 1866.


 

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