Jueves, Julio 04, 2024
   
Texto


Tontos de capirote

Estamos en Cuaresma, en vísperas de rememorar la redención de la Humanidad por Jesús. La llamada de los tambores invitan, como excusa recurrente a asomarse a los balcones a los radicalismos hipócritas y egoístas de los que se llaman laicistas –como segunda acepción de la RAE, la primera los materia en un compromiso semántico- y se someten a la intolerancia de su propia dictadura inventada, la del anarquismo de su moral, manifestada en el siglo XXI y ante la Serenidad, la Solidaridad y la Caridad del Cristianismo donde se abrigan para lapidarlo como fariseos de poca monta con el único objetivo de hacerse publicidad barata y mediocre como son sus almas. La falta de respeto a la Iglesia Católica se somete a las disciplinas totalitarias de los que se llaman progresistas o la nueva izquierda, que no es más que la fracasada de siempre, o tardo vulgares políticos de pandereta, chapela y chistorra.

Los amigos oscuros de la noche negra…, tétrica y ciega, que la política del mercadeo de votos ha propugnado, llegan a unos excesos de libertinaje permitidos, enmascarándolos hábilmente que nos abocan a la penumbra de la intolerancia y la mediocridad de la moral y se enfoca, en desencantos religiosos en esta época de turno, acoso, persecución, luego en primavera serán las Cruces de Mayo o cualquier otra reverencia apostólica que los haga protagonistas.

Veremos, cómo se califica de atentado, la libertad de culto y el acervo popular por la presencia de imágenes e hileras de respetuosos alumbrantes por las calles, disfrazándolo como una amenaza social y atacando el culto a la Pasión del Redentor, el culto al significado de la vida. Veremos el ataque por la pleitesía a la representación del amor de la Madre herida, el gozo de la Salvación de la humanidad representada en el Sacrificio Divino hecho hombre, ese es el mensaje de los fariseos progresistas del siglo XXI.

Las nuevas hordas de los cruzados atentan sobre nuestras tradiciones más profundas, ya lo hacen en Navidad bajo el paraguas legal de la libertad religiosa, cambian a los Reyes Magos por títeres de feria y en algunos casos el incienso por otro tipo de resina. Ya lo hacen los estúpidos gobernantes de fortuna cambiando la denominación de las fechas para justificar lo injustificable. Ya la Navidad se llama “oda al solsticio de lo mundano”, El Auto de Reyes Magos es de filibusteros y malandrines y la  Semana Santa…, sabe Dios, la mentira hipócrita y retrograda se hace presente, y lo hacen los que se llaman libertadores del espíritu. Patéticos y frívolos farsantes.

Son auténticos dictadores de la moral y la ética o simplemente…“tontos de capirote” que también se hacen gala en estas fechas. Parece ser que está de moda usurpar los lugares de culto con la maledicencia y la chabacanería. Parece que está de moda la irreverencia y la falta de respeto al prójimo, cayendo en substratos pertenecientes a la miseria humana, la mofa, el insulto, el agravio, la ofensa, todo ello nos hace mirar con más ahínco al Sacrifico representado en estas fechas y a la esperanza de la Resurrección, en este caso de los valores esenciales de la condición humana que poco a poco se están perdiendo.

Me vuelvo a preguntar cada Cuaresma ante las asonadas mediáticas de los intolerantes, de esa minúscula masa que anida y se sostiene como parásitos de la farándula protagonista de los “medios” adictos a la irreverencia como La Cuatro, la 5 o Lasexta, El País y otros corrompidos medios de alcoba barata con la falsa progresía. ¿Por qué se teme a Cristo?, ¿por qué se reprocha su mensaje dos mil años después?, ¿harían lo mismo con otras religiones, con otros cultos?, seguro que no, el miedo y la cobardía es superior a esas ansias de libertad que intentan concertar al más débil.

Eruditos en una cruzada que deriva de la anarquía pedagógica que ocupan nuestros sistemas educativos y donde la intoxicación se viste de falsa progresía, pretenden liberar los torreones devotos en el siglo XXI, atacar las tradiciones populares y la cultura de un enriquecido pueblo, es un poco absurdo, y me lleva a las citas napoleónicas ya nombradas. “Miedo”…, miedo a lo irreal, miedo a negar la historia, miedo a ser insignificante, miedo al olvido”. Cristo, dos mil años después sigue siendo perseguido por los mismos saduceos, fariseos y escribas de entonces, su templo mancillado por los mismos mercaderes y prostitutas de entonces, mofado por el populacho trivial de entonces, pero olvidan que Cristo hoy como ayer somos todos….

Ahora veremos fácilmente ‘la Pasión’, según Iglesias con la mujer de Magdala a la zaga y demás actores, como Errejón a modo de Judas o un ángel caído como Monedero…, eso sí, todos con su capirote (imagínenselos).  Los autos sacramentales catalanes con Pujol, Mas, Colau y Puigdemont, con sus pelucas, sayones y su capirote…. La pascua laica de resurrección de Sánchez, también con su capirote al que el tercer día se le hace eterno a pesar de contar con la ayuda de más de una protagonista casquivana pero siempre, siempre, ¡sin ninguna virgen alrededor!

Navidades laicas o nacimiento laico de Jesús –nació para adentro-. Semana Santa laica con procesión laica –algún titiritero carnavalero-, o primera comunión laica..., con patatas fritas en lugar de hostias y Ostias y claro está, el pentecostés laico o la ascensión del mesías de plastilina a los cielos del congreso, entre otras tonterías y chabacanas ceremonias populachas.

¿Pero realmente están usando el epíteto correcto o es que son tontos de capirote? ‘The answer, my friend, is blowing in the wind’, Dylan.


 

Clase

Alguien dijo que hay clases de personas y personas con clase, mi amigo Juan dice, que hay gente y personas y sin duda alguna, en este país, si algún colectivo de personas no ha perdido ‘la clase’ son los Militares, son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, son sin duda la Policía y la Guardia Civil. Son las personas que “allende mar” han defendido y defienden con orgullo y valentía la enseña nacional, esa que hoy es injuriada y desterrada por los colectivos sin clase, sin alma y sin honor. El diccionario Español, el más rico del mundo establece ‘la clase’ como  un conjunto de características que diferencian una cosa de otras de su misma naturaleza o especie y permiten valorarla por su calidad. Y también el Refinamiento o distinción.

Hoy, ‘la clase’, el refinamiento, la distinción, está en una gorra de plato, en una estacha con coca, en una estrella de cinco u ocho puntas, en una escarapela laureada, en una o tres sardinetas…, en un corazón orgulloso por ser español, orgulloso de defender los valores más vitales del ser humano, los únicos valores del ser humano que no se pueden mancillar por los rencores y la miseria humana, el sacrifico y la solidaridad. Valores, que acompañados del intelecto y el conocimiento hacen de la libertad y su defensa una cruzada.  Lamentablemente, el 30% de la población española ha perdido “la clase”, en detrimento y desarrollo de la frivolidad, la pereza, la indigencia de la moral, la escasez intelectual, la trivialidad. Hoy, los fariseos vuelven a intentar tomar los mercados de antaño para trapichear con las morales y las políticas de alcoba rancia y prostituida, y claro, La clase’ los frustra.

Tras 12 leyes educativas, a cual más banal por simple, donde la ley del mínimo esfuerzo imperaba e impera como dogma pedagógico, la sociedad española ha caído en un barranco educativo amoral y los listones de medir, de valorar, se han deteriorado de tal forma en la enseñanza, en la educación y en el respeto, que se han convertido en una orgía de doctrinas recesivas, anárquicas, heterogéneas e irracionales. Se han convertido en los recursos justificativos necesarios para desarrollar la manipulación de las personas aborregadas, sin carácter y maleables.

Al margen de esta jauría de monigotes de plastilina que hoy quieren prevalecer en base a un adoctrinamiento anárquico y sin ninguna base argumental más que la chabacanería y la demagogia, ni moral, ni intelectual, queda la CLASE. Siempre, y a Dios gracias muy al margen de esta lacra. Los postulados educativos y pedagógicos que han envuelto y envuelven a las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado en nuestro país no han caído en ese aciago barranco miserable y mantienen alto el pabellón educativo, intelectual, pedagógico y sobre todo moral y de valores, ‘la clase’. Esa con la que se nace y se educa una persona desde su más tierna infancia, una clase que no está reñida con la escala social, con la humildad y el trabajo, la clase no entiende de estratos sociales, se tiene o no se tiene. Así, hay exgenerales sin clase y obreros con muchísima clase.

De hecho, cualquier militar que ocupa puestos en cualquier organización civil o política y puedo citar nombres…, da muestras permanentes de esa clase, de ese desarrollo intelectual y de esa gestión, un bagaje que puede sonrojar a muchos heraldos de la neo política transversal española que apostillando “titulines regalados de despacho”, solamente justifican con sus acciones y verborreas paramentes el fraude de sus conocimientos, el de una tardo juventud perezosa con argumentos de pasillo de discoteca narcotizada. A Dios gracias son una pequeña parte, ruidosa, eso sí, por comediante, teatral, falsa y artificial, en su contra y para su acomplejada frustración están los jóvenes carentes de mediocridad que abundan en nuestras calles, institutos y universidades, y entre ellos, la ‘clase militar’ con diferencia.

Una ‘clase militar’, que al contrario que los charlatanes de feria disfrazados de casposas heroínas de circo, se dejan la vida salvando almas, educando y protegiendo a miles de kilómetros de sus hogares y jugándose la vida, sanando y curando física y moralmente y dando esperanzas entre la ruina y el desastre. Protegen  a nuestros pescadores y a nuestros compatriotas en tierra hostil jugándose la vida, sufren por defender la libertad, mal usada y demonizada en este Pais. Se la juegan acechando a los terroristas y evitando masacres a costa de su vida, a esos mismos asesinos del GRAPO, yihadistas o de ETA y adyacentes o simpatizantes, que estos tardo-jóvenes políticos sin clase ni respeto defienden como libertadores de la miseria y de su propia indigencia. ‘La clase’ está en una carretera jugándose la vida y perdiéndola ante un descerebrado producto del sistema en el que vivimos. ‘La clase’ está en un desastre donde se salvan vidas exponiéndose, a pesar, como en algunos casos ha pasado y pasa, de que algunas sean terroristas y asesinos, eso es ‘clase’.

Y además, y para vanagloria de este país y los que lo sentimos en el corazón, que es la gran inmensa mayoría. Mientras las escuelas y academias militares de tropa y Marinería Profesional, las de Suboficiales y las de Oficiales estén operativas, tendremos juventud con ‘clase’ y un país con mucha ‘clase’. Y para desgracia de estos mercaderes de la cultura y fariseos del intelecto, mientras en este país que es España, haya un Lepanto, una Gorra de plato (azul, blanca o caqui), haya un Tricornio o una boina militar, en este país habrá ‘clase’, aunque gentes como la Colau, Iglesias y demás tropa vulgar, mediocre y ordinaria sigan estafándonos.

Así que girando ciento ochenta grados en una maniobra de Butacoff para salvamento y volviendo por la misma derrota, para despedirme con clase, dos citas a modo de consejo de Coco Chanel…, con clase, “no perdáis más el tiempo golpeando la pared con la esperanza de transformarla en una puerta”, eso es de tontos. Y ya sabéis… “No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación. No es la ropa, es la clase”. Se tiene o no se tiene…

 

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