Miércoles, Julio 03, 2024
   
Texto


Marionetas

Decía el italiano decimonónico Papini que los hombres, en general, no son más que marionetas maltratadas por un titiritero, y ahí me quedo con el nuevo guiñol de San Esteban, primero fue la marioneta ajusticiada de Valcárcel, Pedro Antonio Sánchez, al que le crecen los enanos en su particular circo de miserias de poder, y no me voy a esconder si digo que me alegro, ya va siendo hora de que se investiguen los posibles casos de colegueo asqueroso de esta comunidad donde el virrey Valcárcel ha acampado por sus respetos cual Cid en bancarrota. “Asinque”, en este estúpido juego de tronos, el extinto presidente, que lo fue por casualidad, y evitando la anunciada y temida aspiradora de Garre, “el Cifuentes murciano”, se ve otra vez contra las cuerdas, y ahora, otra marioneta, más imberbe a pesar de la barba, más pueril a pesar de la exhibida pero engañosa pujanza y más vasallo a pesar de la orla de separación anunciada aparece en el guiñol murciano, feo, absurdo y pueblerino por huertano. Así, otra vez lo capitalino y ordinario se impone en Murcia, una capitalidad impropia, adulterada y llena de mezquindad en su clase política, corrompida por bastas especias y salsas autóctonas del más profundo y mezquino alma de provinciano. Otra vez, y no para, más vasallaje al gobierno de Valcárcel en la sombra y más alejamiento de las eméritas ciudades que dan historia, honor y gloria a esta tierra de la que es imposible que nadie se sienta orgulloso por políticas rastreras de capitalinos con estómagos agradecidos, muertos de hambre de dignidad e indigentes de moral.

 

Por si hay dudas, el término marioneta hace referencia a la pérdida de libertad de un sujeto o sujeta que diría algún tonto con un capullo en la mano, y que no actúa bajo motivaciones propias, sino movido por otro, o en este caso promovido. Al igual que un muñeco que es ninguneado por el titiritero, la marioneta goza de poca personalidad y con grandes tragaderas, se vende por un cargo, la marioneta que no destaca y solo asiente por un “conco” de nefasto protagonismo…. “Asin”, el titiritero de Serrat, aquél que, “Siempre risueño, canta sus sueños y sus miserias. Y al caer la noche en el viejo coche guardará los chismes, y tal como vino sigue su camino solitario y triste”. Pedro Antonio, Valcárcel, la senadora fantasma de Carthago…, aquél que mueve los hilos y puede usar a otro como un títere, lo utiliza como un objeto en su propio beneficio sin dignidad, establece una relación instrumental, y no tocando el piano o la guitarra precisamente.

 

“Asinque”. Se cambian estampas y los abrazafarolas de Ciudadanos con el coro de podemitas a lo “echeminga dominga” de fondo, dan cuenta de su mezquindad una vez más, permitiendo que el cada vez más investigado Pedro Antonio siga dirigiendo los hilos de la región, y de forma nauseabunda por repulsiva, que una marioneta agradecida se someta al oscurantismo de una secta política que se estableció hace más de dos décadas en la región y que ha defraudado al conservador más liberal y al más liberal de los conservadores, rodeándose para ello de lo más mediocre de la sociedad actual.

 

Con la divisa que adorna el cargo de Lopez Miras, engordando el CV y atribuyéndose méritos impropios, ¡¡¡vaya tarjeta de presentación!!! ¿Quién puede confiar en él?, ¿quién puede confiar en un PP sectario creado a imagen y semejanza de Valcárcel y sus colegas? ¿Y de los nuevos altos cargos agradecidos y sumisos?

 

Nuevos consejeros, nuevos directores y secretarios generales, nuevos pagos por sumisión y vasallaje en forma de emolumento inmerecido, el mismo que pagamos todos los Cartageneros y aquellos del resto de la comunidad. Más asesores inútiles e incompetentes, tanto en la Asamblea, consejerías y ayuntamientos, los único que ha dado a esta región la política de Valcárcel es la sensación de mediocridad, impunidad e indigencia institucional, y suma y sigue. Nunca tanto inepto e inútil por metro cuadrado se había dado en un espacio político tan exiguo. Nunca tanto indigente intelectual de heredado apellido y fácil abolengo ha tenido tanta cabida en las hechuras políticas como en esta región. Cartagena con un presente irreverente por mediocre e inepto, además certificado por los hechos populistas de la comparsa política PSOE/MC actual, pero con un futuro nada esperanzador habida cuenta de los protagonistas en liza. Y esta región convulsa en un mar de apostatas de la vergüenza, de fariseos de la sinceridad y saduceos de la honestidad.

 

Resumiendo, más mierda, como ya había poca… y leyendo, leyendo y leyendo…

 

“Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

 

He aprendido, que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.

 

He aprendido, que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

 

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo..." Marioneta. Garcia Márquez.

 

San Antonio y el milagro de la Mula

Para los lectores más allá del Puerto de la Cadena. Este pensamiento en tecla alta es sobre Cartagena y su paradigma político, pero puede ser extrapolado a cualquier ayuntamiento y taifa con cambalaches populistas y sociatas para gobernar o achatarrar.

 

No se me ocurre nada más atinado para ponderar la crítica municipal que nos ampara en torno al sillón real, la milagrosa fábula del santo y la mula. Ya fue un 13 de junio del 2015 donde la casualidad y los caprichos aritméticos lanzó a MC al Consistorio de la mano del PSOE y viceversa, ante la mirada perdida de C´s o los abrazafarolas de la política, y ahí están…, cobrando…, y con el visado de los podemitas cartageneros o barones de los absurdo y retrogrado, que luchaban entre ellos y contra la horda del PP heredada de la condesa descalza lucense, que ocupo por más de dos décadas la poltrona real, y ahí tuvimos todos la culpa, pero ante tan necio escenario electoral, lo menos malo parecía lo acertado en las urnas, craso error, el populismo empezó a gestarse en esta, ya casi cuatro veces milenaria tierra cartagenera. Recordando la fábula milagrosa de san Antonio y ante el revés al PP, la mula protagonista se postró ante el santo del día y el mal llamado de Padua otorgo los beneplácitos imperiosos por soberbios, que no imperativos de las alianzas más convulsas y desleales llevadas a cabo, ya desde el día 14 algunos sabíamos – dos apuestas lo avalan- que no se equilibraría el bienio dado el cariz de los personajes involucrados en tal hazaña revulsiva.

 

Y con esto, llega a expirar poco a poco el bienio ilustrado, pero sin ilustres personajes, y las cartas empiezan a destaparse en una partida fraudulenta y desleal donde la gestión ha sido más nefasta que inocua, el protagonismo barato ha sido el denominador común de los integrantes del “paso” rojiblanco, único denominador común de ambas formaciones, y la respuesta a un mensaje chabacano y ordinario, hacer de una gestión municipal penosa el icono redentor de la provincialidad cartagenera, es una manera de tomarnos por tontos. No es más cartagenero el que iza una bandera adoptada y adaptada que no dice nada. No es más cartagenero el que vocifera con posible privativa razón, pero sin tiento ni educación. No es más cartagenero el protagonista de saraos de pandereta llevados al victimismo provinciano que no provincial. No son más cartageneros que yo, si acaso, algo más petulantes y mira que yo lo soy.

 

“Asinque”, tras el pacto del Tinell cartagenero y “doblando el picoesquina” de Alcolea, la ciudad, ¡¡tras dos años de liberación y apogeo!!, sigue llena de mierda, llena de baches, abandonada, a oscuras y perdida. La magia del PP sigue tristemente establecida en el ambiente, se facilitan, con legalidad…, pero con una amoralidad rotunda que antaño era justificativo de vocifero y espectáculo circense plenario, las concesiones a amigos, conocidos y colegas, ya sean con la fonda del sopapo, o rue del percebe 13 en Cuatro Santos o con el eterno “presidio del santo tentado por el demonio”. La fracasada gestión e interesada dirección de la ADLE. La dirección de Protección Civil esquilmada para colegas de partido necesitados de títulos y justificantes.  Descabezar a la Policía Local sin motivo institucional y operativo alguno, cunado más dignidad alcanzaba el cuerpo. Apedrear Despeñaperros con incompetencias sustanciales a pesar de fichar a ideólogos del urbanismo investigados. Sucumbir patentemente ante la ineptitud al desarrollo arqueológico municipal con excusas y victimismo. Ignorar a los barrios y diputaciones, sin contar con el campo de Cartagena a pesar del fichaje del evadido o desertor popular Pérez Abellán, la pela es la pela, para acercar a la metrópoli el ambiente rural de cara a un futuro político más grácil. La demagogia embotellada como el fulero abaratamiento del agua de este partido. Esta ristra de decepciones no tiene parangón alguno, solo el ansia de protagonismo enmascara la sinceridad política a reconocer un fracaso latente, mediocre hasta doler y vulgar que escuece. Solo faltaban los podemitas en el gobierno municipal, lo que no consiguieron Moltó, Mateo y demás dignos comunistas lo intenta la Castejón, ¿o es el agónico grito de socorro del PSOE por ocupar la alcaldía? Si dos no se entienden, tres desavenidos son multitud, pobre Cartagena.

 

Se han destrozado las instituciones ácratas al movimiento populista ciudadano y al socialista instaurado en la festividad del santo de Padua aquel 2015, todo para el protagonismo latente de portar un bastón, ¡como si hoy eso fuera aval de distinción! Pero como la mula socialista primero y el asno popular después, éste, encarnado en un Espejo sacrificado y posiblemente un Nicolas atormentado serán junto al presidente popular errante, sin pasado y sin ningún futuro, la santísima trinidad ofrecida en sacrificio y sumisa al cambio local de estrategia política, vamos, que la alianza con el PP a modo de asepsia política local está servida, pero… Estos de MC con el cartero Sáez a la cabeza no engañan ya a nadie, pueden manejar las redes sociales, pueden enmascarar hechos retrógrados y el incumplimiento de su fantasioso programa político como lances taurinos pero, el fracaso está servido y a los que les hemos votado y nos han defraudado, solo nos queda, ante tanta deficiencia en nuestra clase política, encomendamos al santo luso de Padua para que refresque al PP cartagenero con nueva sabia, pero no como en la región, con la mentira y la farsa de la joven generación pero rancia por ser un guiñol impropio en la presidencia, que da vergüenza por indigna y ruin, menos mentiras y disfraces y más dignidad, decencia y vergüenza política.

 

 

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