Un hombre se desmayó y desvaneció, golpeándose contra el suelo, al creer que la orden de prisión que acababa de pronunciar el juez iba dirigida a él. La escena se produjo durante la celebración de un juicio en la sala de Lo Penal número 2 de Cartagena y provocó unos momentos de desconcierto, pues los presentes no entendían que estaba pasando.

El juzgado de Lo Penal celebraba un juicio por robo con violencia en el que la Fiscalía solicitaba penas de tres años y medio de cárcel contra dos acusados, que fueron defendidos por los letrados José Hilario Rodríguez y Carmen Barceló. Uno de ellos no se presentó al juicio, acordando el juez Álvaro Bellas imponerle una multa de 300 euros y declararlo en busca y captura, pues lo condenaba a prisión. Sin embargo, cuando el magistrado pronunció esas palabras, el otro imputado, que sí estaba en la sala, pensó que se refería a él porque instantes antes le había entregado su documento nacional de identidad a la agente de sala.

Según los testigos, en ese momento a esta persona se le fue la mirada hacia arriba, lo que causó extrañeza en el juez, para a continuación comenzar a desplomarse hacia el asiento lateral, donde estaba el procurador Cristóbal Gómez. "Noté que se había impresionado y le dije: 'Ángel, que no es para tí', pero ya no me escuchó. Comenzó a caer hacia el asiento lateral y terminó en el suelo, con la mirada perdida y sin conocimiento", explica.

Tras los primeros momentos de desconcierto, la secretaria del juzgado se quitó la toga y se dirigió hacia esta persona, a la que trataron de incorporar, misión complicada pues se trataba de un hombre muy corpulento y existía poco espacio para maniobrar en la zona donde cayó. Uno de los presentes salió al exterior y le dijo a los policías locales que estaban como testigos que avisan a la médico forense, quien dijo que todo había sido causa de "un susto". A continuación llegó personal sanitario del servicio de emergencias, que le examinaron más a fondo. El hombre ya estaba casi recuperado y se diagnosticó que una subida fuerte de la tensión causó su desvanecimiento.