Muchas viviendas han pasado en unos años de los escaparates de las inmobiliarias a los paneles de subastas de los juzgados de Cartagena y San Javier. El 90% de estos inmuebles terminan siendo propiedad de bancos y cajas de ahorros, que luego ofertan a los clientes, con financiación incluida, en su nuevo papel de inmobiliarias.

En los tablones informativos de los juzgados de Cartagena y San Javier se pueden ver decenas de subastas que se van a celebrar. Esos paneles han tomado el relevo de los escaparates que hace unos años se observaban en muchas inmobiliarias con viviendas a la venta. Muchas veces son las mismas viviendas las que han pasado de un panel a otro.

Según un sondeo llevado a cabo por www.cartagenadeley.com en ambos partidos judiciales, sobre el 90% de las viviendas que salen a subasta acaban en poder de los ejecutantes, que casi siempre son entidades bancarias o de ahorro: Banco de Santander, Cajamurcia, Banco de Sabadell, CAM, Caixa, Banco Popular o Banco de Valencia, por poner unos ejemplos; a los que en ocasiones se unen el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Ayuntamiento. 

Una finca en San Antón valorada en 325.173 euros, otra en Cartagena de 181.470 y una vivienda en Balsapintada de 131.624 euros son algunos ejemplos de propiedades que se han subastado recientemente en nuestra zona de influencia, pero la cifra mensual podría rebasar muy fácilmente las doscientas.

Las viviendas no siempre cubren la deuda del propietario, pues si no se produce puja, que es lo habitual, el banco se queda con la casa por la mitad del valor tasado. Si esa cifra resultante no alcanza la deuda, el propietario seguirá debiendo la diferencia. En los supuestos en que hay varios aspirantes, cada uno debe efectuar un depósito del 30% para entrar en la puja.

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¿Si el banco se queda con mi casa, queda zanjada totalmente mi deuda?

¿Qué ocurre con esas viviendas? Con entrar en muchas oficinas bancarias es fácil comprobarlo, pues hay folletos de publicidad que ofrecen grandes descuentos y máxima financiación en la adquisición de viviendas a través de ellos. Hay algunas entidades que, según hemos podido conocer, ofrecen a sus empleados comisiones por la venta de viviendas. También conocemos algún caso de una pareja que ha entrado en una entidad bancaria con el propósito de financiar la vivienda que habían escogido y que han salido con el contrato firmado de otra ofrecida por el banco.