Diez licenciados de Derecho recibieron el título que acredita que han concluido de manera satisfactoria su etapa formativa en la Escuela de Prácticas Jurídicas de Cartagena.

María Arrese, María José Baraza Hernánez, María Dolores Cabrera Quiles, Jesús Fernández-Pacheco Rodríguez, Pedro Eugenio Madrid Briones, Anastasia Martínez Ros, Germán Pérez Cañabate, Marta Sáez Sánchez, Miguel Torrico Gálvez y Álvaro Valdés Pujol fueron los diez alumnos que se han formado en la Escuela de Prácticas Jurídicas, ubicada en la Fundación que forman el Ilustre Colegio de Abogados de Cartagena y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

El acto de clausura se celebró en el salón de actos de la casa de la abogacía cartagenera, con una mesa formada por el director de la Escuela, Joaquín Ortega; el decano de los letrados, José Muelas; el director de la UNED, Juan Antonio Cavas; y el comisionado de Justicia de la Asamblea Regional, Manuel Campos, que impartió la clase de clausura.

Entre los asistentes se encontraban la fiscal-jefe de Cartagena, Verónica Celdrán; el magistrado de la Audiencia Provincial Matías Soria, el magistrado militar Rafael Ruiz Manteca, el teniente-alcalde José Vicente Albaladejo y, entre otros, el anterior decano de los abogados, Luis Ruipérez.

"La Justicia se nos cae"
Joaquín Ortega, en su discurso, expresó que la nueva Ley de Acceso a la Abogacía "obligará a doblar esfuerzos y apartarnos a la idea de la escuela de una prolongación de los estudios y sí como un primer paso al ejercicio profesional de la abogacía para que los jóvenes no se enfrenten a un mundo desconocido". También dijo que no existe mejor valor "que la experiencia y ahí nos hemos esforzado". Por último, dijo que los retrasos dañan a la Justicia, "a base de llegar tarde, la Justicia se nos cae, y las transferencias de Justicia a la Región de Murcia se han convertido en la única esperanza".

"Una profesión con dimensiones heroícas"
José Muelas, por su parte, se centró en la figura del abogado, "a veces no es fácil estar sólo ante el resto de la opinión pública y entonces la profesión toma una dimensión casi heroíca". Puso como ejemplo el juicio de Jesús, "faltó alguien con valor que dijese que era inocente" y apuntó a los nuevos letrados que hay que tener "ese coraje aunque se defienda a una persona odiosa". Por último, les dijo que son jóvenes "y el mañana es vuestro porque depende de vosotros".