Las brasas del carnaval
Anoche acabó el Carnaval de Cartagena 2014 con la quema de Don Carnal dejando muy buenas sensaciones, percibiendo que está creciendo de forma considerable y que tiene parcelas todavía que mejorar.
Luces y sombra tiene esta gran fiesta cartagenera, pues de no ser así no sería lo importante que ya es. El saco para meter lo positivo tiene que ser grande, pues ahí va una participación popular que va en claro aumento en los últimos años, un nivel de calidad de los espectáculos muy alto, la respuesta del público, la presencia de grupos que representan a muchos barrios y diputaciones, el enraizamiento cada vez mayor de las chirigotas en la calle, la dotación de los premios, el imán que tiene hacia grupos de diferentes puntos de la Región, la entrega de los carnavaleros en desfiles, coreografías y chirogotas y tener resuelto el relevo generacional (ya quisieran esta situación otras grandes fiestas), entre otros, como la ausencia de incidentes destacados.
También hay un cajón de la mesa de trabajo que se queda entreabierto para apañar algunos detalles, como que haya tres jornadas maratonianas con otras vacías, no sacar más provecho al lunes y martes festivo en los colegios (una 'batalla' que, por su parte, llevan perdida Carthagineses y Romanos), quizás algún desfile más por la calle y una mayor promoción en barrios y diputaciones (no debería quedarse sin repartir ni un folleto).
Pero, vamos, doctores tiene la iglesia con afán de superación y que conocen mejor que nadie este gran carnaval, que un año da motivo a su presidenta para proclamar que es "el mejor".
Anoche, el fuego que dejó a Don Carnal hecho cenizas se transformará hoy en el que comience a encender las velas de la Semana Santa con el Miércoles de Ceniza. En Cartagena tenemos la inmensa fortuna de contar con una gente hiperactiva que también hace grande a la ciudad haciendo grande estos acontecimientos.
¿Qué puede hacer el país por sus ciudadanos?
"No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país". La frase la vertió un mandamás norteamericano de apellido Kennedy y de nombre JF. Sin embargo, aquí, en nuestra 'piel de toro' ha llegado la hora de preguntarle al Estado qué puede hacer por sus ciudadanos.
El sentido de esa famosa frase ya está cumplimentada con creces por los españolitos. Unas veces de forma voluntaria y otras a la fuerza, ya se ha hecho mucho por el país. Respecto a lo primero está la incalculable y masiva colaboración ciudadana hacia obras de caridad o solidarias para paliar la situación de muchas personas necesitadas.
Sobre lo segundo, las contribuciones forzadas, basta con enumerar las subidas de impuestos y de tarifas de servicios básicos o los recortes en Sanidad, Educación y Justicia. Cada dos por tres surge una nueva noticia que le cuesta dinero a nuestros bolsillos. Ahora conocemos que a conceptos como kilometraje o pagos de comidas de empresa que se abonan vía nómina se le aplicará un porcentaje para ayudar a la Seguridad Social, con lo que los emolumentos se verán otra vez reducidos.
'No paramos de pagar' y 'Siempre nos toca a los mismos' son frases que escuchamos en cualquier tertulia sobre este tema. Creo que la mayoría tenemos claro que el Estado ha recurrido a los más afectados por la crisis para hacer frente a la misma, cuando no parece lógico que sean los inocentes quienes carguen con los 'pecados' que han provocado unos cuantos.
Llegado a este punto sí me pregunto: ¿Qué puede hacer tu país por sus ciudadanos?. Espero respuesta.
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