Abstracción de una mirada
Otras realidades distintas que no distantes,
que se miran con los ojos cerrados
y se sienten con el alma esperando;
mundos que regalan sus momentos
engalanados de colores por inventar,
trazando veredas que si quieres
se pierden en otro mar;
olas que no están y te llegan y te besan
y te dejan aromas jamás imaginados;
cielos dibujados en un trozo de papel
que no tiene fin donde las estrellas,
todas salen de ti.
Abstracción de una mirada
que no se pierde: que se abraza a su silencio;
que no se muere: que vive como asceta,
serena y entregada a su emoción
en el altar que lleva dentro.
Mundos que vemos absortos
ante la indescriptible belleza
dejada tras una estela de paz,
o del beso del más puro amor,
que nos reconfortan el alma,
que nos hacen volver a mirar
y en esa mirada, ahora no perdida,
volver a sentir, frescas y cristalinas,
las aguas del río de tu vida
que te va llevando, mecido en su silencio,
hacía ese mar llamado Libertad.
Días para vivir la profunda emoción
Días donde el color se funde
entre calimas nacidas de los amores del ayer,
dejando lánguidas las miradas de esperanza,
mudos todos los “te quieros”,
tristes los momentos del abrazo,
y muertas las ganas de volver.
Días donde la paz sigue dormida
en ese sueño profundo de la indiferencia,
donde el horizonte no espera,
y donde infiel, el beso robado,
se hace único presente inventando otro nuevo día.
Días huérfanos de ilusiones,
miserables rendidos ante la impudicia
del tirano que los compra,
por un puñado de perversas promesas
olvidadas sin ver su luz;
huérfanos de todo,
de sabor a olvido,
de aromas postrados en primaveras soñadas,
de abrazos pedidos con labios sellados,
de muertes que arrastran a la muerte de verdad.
Días para erigir, con la mirada ganada por la ilusión,
otro nuevo momento que descubra,
en este instante de íntima confesión,
la grandeza del sentimiento,
de la sincera y profunda emoción.
(Jpellicer)
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