El martes por la noche, mientras que numerosos vecinos acudían a un pleno extraordinaria de la Junta Vecinal donde se abordaba el problema de robos y asaltos que sufren los residentes del pueblo cartagenero, la vivienda de uno de los asistentes sufría la entrada de ladrones, que se llevaron diversos objetos y causaron numerosos daños.

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El esposo acudió a la sede de la OMITA, donde la Junta Vecinal abordaba el problema de la inseguridad que sufre el pueblo desde hace meses. La esposa, por su parte, estaba en el local de amas de casa preparando los disfraces del carnaval que se celebra dentro de unas semanas en la localidad. Al regresar al hogar se encontraron, según hemos podido conocer, con el gran disgusto de que habían entrado los ladrones, llevándose todos los objetos de valor que encontraron y generando daños en exceso, como la rotura de cuadros. Habían aprovechado la ausencia de los moradores y se sospecha que los autores pudieran estar al tanto del movimiento de los que eligen como víctimas, pues fue en un horario (sobre las nueve de la noche) en que no suelen estar las casas vacías. La vivienda está situada en pleno pueblo.