El juzgado de Lo Social número 1 de Cartagena acogió seis juicios de trabajadores que fueron despedidos por motivos económicos en febrero por La Manga Club y que tratan de demostrar que la empresa es solvente al formar parte del grupo Medgroup Inversiones. La sociedad, por su parte, alega que perdió más de diez millones de euros en tres años.

El 29 de febrero de este año fueron despedidos 16 trabajadores de La Manga Club por causas objetivas, en concreto, la situación financiera de la empresa, siendo indemnizados con 20 días por año trabajado. Los trabajadores no están de acuerdo y presentaron las correspondientes demandas, celebrándose ayer la vista oral de seis de ellos. Tres ellos estuvieron asesorados por Raquel Fernández y Francisco Antón, mientras que Luis Martínez Vela (CC OO), Julia Giménez Ros (UGT), Álvaro Roda (CSIF) y Rosario defendieron los intereses de los otros tres actores. La empresa La Manga Club contó con el abogado murciano Antonio Checa, quien también representó a Inmogolf, mientras que letrados de Barcelona y Almería cubrieron a las otras catorce empresas denunciadas.

En concreto, la demanda se presenta contra La Manga Club, Inmogolf, Medgroup Inversiones, Med Macenas, Med Costa Tropical, Med Golf Macenas, Med Mojácar, Med Bonmont Golf Hotel, Med Bonmort Terres Noves, Med Golf, Med Propetuy Developments, Cumbres de Mojácar, Playas del Sur de Cambrils, Macenas Mar, Olam Agricultura Developments y Urbanización Bonmont Terres Noves, todas sociedades limitadas. Cabe reseñar que, curiosamente, este causa ha caído en la misma sala del magistrado Carlos Contreras, uno de los dos magistrados que resolvieron otro asunto por varios despidos en 2009, siendo entonces la empresa Inmogolf. Cabe apuntar que la sala se quedó pequeña para los numerosos asistentes a los juicios, no pudiendo acceder varios a las misma.

El primero de los asuntos que se abordó fue la reclamación de Eustaquia Ros, quien ocupó la secretaría de todos los directores generales que ha tenido La Manga Club desde el 17 de noviembre de 1986 hasta este año. Los razonamientos y pruebas que se presentaron en esta vista son perfectamente extrapolables al resto de demandas.

Antonio Checa, de La Manga Club, expuso que dicha entidad perdió 2,5 millones en 2009, más de tres millones en 2010 y 4.390.000 euros en 2011, lo que obligó a acometer medidas de recorte de la plantilla con 16 despedidos, aunque el proyecto de saneamiento establece que la cifra llegará hasta 28. También apuntó que se han producido otro despido y otras bajas voluntarias en los últimos meses. Después fue tajante en afirmar que no existe vinculación entre La Manga Club, cuya actividad es hostelería y deportes, con el resto de empresas.

Continuó diciendo que la sentencia de 2009 excluyó a La Manga Club, a efectos de solidaridad, de la sentencia contra Inmogolf por no tener la misma actividad que el resto. "Tras aquella sentencia llegó el concurso de acreedores en La Manga Club y el plan de saneamiento", añadiendo que no existe grupo de empresas, "pues ni hay plantilla única y la plantilla de 428 trabajadores son exclusivamente de La Manga Club". Respecto a los despidos actuales, expresó que una persona "que gana al mes más de cinco mil euros tiene un gran valía, pero manda la situación de una empresa que pierde tantos millones".

Por su parte, los letrados de Barcelona y Almería afirmaron que no existe esa presunta confusión de empresas y que no hay traspaso de trabajadores desde 2009. "No existe funcionamiento unitario, dirección única, prestación de trabajos en común o confusión exterior de unidad empresarial como exige la Ley", afirmaron.

Raquel Fernández, por su parte, fue tajante al expresar que existen "vínculos importantes" entre las empresas, "pues varias tienen idéntica actividad y los mismos administradores y apoderados, que cesan en una mercantil y pasan a otra; todo dirigido por el presidente de Medgroup Inversiones (Jordi Robinat); hay dirección unitaria y confusión externa de unidad empresarial". También hizo alusión a la sentencia de 2009 al indica que estas entidades "forman un grupo empresarial liderado por Medgroup".

Declaraciones de la ex secretaria de dirección y del actual director general

La primera en declarar fue la ex secretaria de dirección, quien afirmó que trabajó para otras empresas para organizar reuniones y en la aprobación de facturas, además que también lo hicieron otros trabajadores. "No nos contrataban, nos utilizaban, pues la filosofía es que todos estábamos en el mismo grupo", dijo, además de exponer varios ejemplos. También dijo que este año fue contratado como subdirector de La Manga Club ("cuando ya había uno") un directivo de Cambrils. "Todo estaba dominado y dirigido por el señor Robinat", concluyó.

La siguiente persona que se sometió a las preguntas fue Antonio Ros, director de La Manga Club desde marzo de 2011. Afirmó que el directivo antes aludido "vino para aportar ideas" y que la relación con Robinat "es mercantil". La letrada Raquel Fernández le mostró un documento dirigida a los trabajadores que firmaba Jordi Robinat como administrador de La Manga Club. Ros dijo que las contrataciones llevadas a cabo en las últimas fechas se deben a la actividad hostelera de la empresa y que son por escaso tiempo, "intentamos reducir ese gasto y los puestos de las personas despedidas no han sido cubiertos". A preguntas de su abogado, Antonio Checa, afirmó que es "incierto que los trabajadores presten sus servicios a varias empresas" y que él es quien lo aprueba todo, "pues tengo todos los poderes".

Las conclusiones, por escrito

Después se celebraron las siguientes cinco demandas. Dado el elevado tiempo que duraron las vistas orales y la abundante documentación, el juez otorgó a las partes cinco días para presentar por escrito las conclusiones antes de dejar las causas vistas para sentencia.