Plegarias olvidadas en la Rosa de los Vientos
Cuadros nacidos de anhelos soñados en mitad de la tormenta,
donde las lágrimas se confunden con el mar y se alejan
formando olas multicolores que buscan orillas donde arribar.
Se disiparon los temores, callaron los lamentos,
marcharon los penares que dejaron los recuerdos;
solo un reproche prendido en la estrella de los sueños,
¿Porqué olvidar el beso de la condena, si solo él al alma consuela?
Desnudo en este presente que me asalta,
aterido por el frío de tu ausencia,
busco, abrumado por mañanas empeñados en llegar,
otro instante para ser una sombra
donde la noche me olvide dejándome vagar.
Acudo penitente devoto al azul de tu mar,
sentado en la orilla que dibujamos con nuestros cuerpos,
esperando la ola que me halle y me hable de ti;
regreso al altar de tantas pasiones y promesas,
ansiado tálamo donde aplacar esta sed de amar,
de nuevo a orar dejando sobre la estela de tu partida
una plegaria olvidada en la Rosa de los Vientos
para que no te aleje;
quedando mi alma a la tuya prendida
si por ciega e irremediable locura fuera callado mi grito,
en la inmensidad de este atronador silencio.